Una copa de vino o una cervecita han sido una gran compania en algunos momentos claves de mi vida. Me refiero a conversaciones que van llenando mis memorias y forjando amistades especiales. Estas amistades no han sido forzosamente duraderas ni continuas, pero me han marcado de maneras profundas y han creado lazos de complicidad con distintas personas.
Tambien el alcohol ha sido complice de momentos divertidos, llenos de sin sentidos que, mas bien, por su simplicidad o a pesar de ella me han acercado a individuos sumamente variados. La verdad es que el alcohol cambia la profundidad de los momentos, y la manera en la que los recordamos.
Espero que pronto pueda brindar de nuevo con todas esas personas, o con nuevas, y permitir que el alcohol haga de las suyas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario