16.2.09

inévitable regreso del PRI?

Hoy se publica en el periódico la encuesta de preferencias electorales en México hecha por Consulta Mitofsky. Ahí se dice que el PRI ganó 9 puntos en los últimos nueve meses, así que seis millones de personas más que hace un año creen en el PRI, también dice que el PRI tiene la posición de menos rechazo de todos los partidos políticos (% de gente que dice no votaría por el PRI).

Los resultados de la encuesta:
PRI: 33.3%
PAN: 25.8%
PRD: 11.7%

El PRI había recibido además, el 39.9% en la encuesta del Universal y 41% en la encuesta de Buendía y Laredo. La diferencia es por metodología ya que Mitofsky no eliminó a quienes no respondieron la pregunta. Así que la tendencia en todas las encuestas es clara: el PRI viene fuerte

Es claro que al interior del PRI no se ha vivido renovación alguna, que la gente que está dentro del partido es la misma gente que los mexicanos decidieron sacar en el año 2000 de los Pinos y de muchos escaños en el congreso. Sin embargo, hoy la gente volvería a votar por ellos. Quien haya estado en México en las décadas de los ochentas y noventas, se acordará de lo que todos decíamos del PRI, de lo harta que estaba la población, de los niveles de corrupción, de la ineficacia y la burocracia. Creo que hay varias posibles hipótesis para explicar este cambio en las preferencias de los ciudadanos, pero me convence más la última que propongo.

La primera es que los votantes no tienen (tenemos) memoria de largo plazo. De alguna manera la urgencia del presente hace que el pasado se vea borroso, y que cambien nuestras percepciones. Esto va de la mano del vívido debate en Ciencia Política entre quienes dicen que el voto es o retrospectivo o prospectivo, es decir, si votamos de acuerdo a la experiencia que tuvimos con el último gobierno y lo premiamos o castigamos, o si votamos de acuerdo a lo que creemos que los candidatos harán en el futuro. Dentro del voto retrospectivo, en este caso, hablaríamos del gobierno del PAN (y si lo vamos o no a castigar no votando por él) y el recuerdo también que tenemos del gobierno del PRI. Podríamos pensar que ya lo castigamos en el 2000 y que le podemos dar otra oportunidad, pero la idea de que ya no nos acordamos bien parece tener más lógica, porque si antes no nos gustó el PRI, y no ha cambiado, por qué nos gustaría ahora?

Otra posible respuesta es que la gran mayoría de los votos que tiene el PRI vienen de gente que en la última elección voto por el PEJE, y que desde la toma de reforma, el gobierno legítimo, y todos los intentos de PEJE de estar en campaña constante junto con las patéticas elecciones y finalmente rupturas al interior del partido han logrado alienar a sus votantes. El PRI ha sido paciente y se ha mantenido relativamente unido. Listo para bien venir de vuelta a los votantes que lo abandonaron en la última elección presidencial, sin haber mejorado o cambiado.

La idea que más me convence es que la situación en México es caótica y las instituciones no funcionan. Entonces, quien quiera que esté en el poder no podrá hacer nada y debería ser castigado por los votantes. Esto se debe a, entre otros, el pésimo sistema de justicia: es lento, es ineficiente, tiene fueros para los más corruptos y si de casualidad un pillo es encontrado culpable, las cárceles no cumplen con su labor de mantenerlo aislado y reformar o castigar. También tenemos en México un sistema que se presta para que haya gobiernos divididos, con lo cual, ante cualquier iniciativa de ley inteligente (de existir) propuesta por el partido del ejecutivo, resulta más atractivo no pasarla siendo de la oposición. Hay muchos ejemplos más que todos pueden pensar y que nunca acabaría de enumerar aquí.

El PAN entonces, debería perder las elecciones porque el país está fatal. Quizá es el gobierno de la Ciudad de México quien más publicidad recibe de lo que pasa y deja de pasar. Y parece ser que albercas, megapistas de hielo y conciertos en el zócalo no son suficientes para opacar la inseguridad, y los problemas de infraestructura que sufre la ciudad. Siguiendo mi teoría, el PRD debería ser castigado. Al tener la ciudad una concentración de la población tan importante, y permanecer el las noticias y periódicos de todos los lugares del país, el castigo se puede llevar más allá de lo local.

Así, en México no importa quien gobierne, las cosas no cambian y podremos cambiar de partidos cada elección, pero, ayudará de algo? Ahora, las elecciones intermedias presentan un reto particular: Ya sabemos quién está en el ejecutivo, es el PAN, quizá deberíamos usar el voto prospectivo e imaginar un gobierno de mayoría absoluta panista, un gobierno dividido PAN-PRI, PAN-PRD o PAN-PRI-PRD. Preguntarnos cuál sería el más eficiente? Y guardar el voto de castigo para las elecciones presidenciales.

2 comentarios:

Javier dijo...

pensé que ya habías dejado el blog!

Podemos también anular el voto. Por lo visto no hay uno que convenza. Todos están resultando lo mismo cuando tienen el poder, y cuando no lo tienen como oposición. Y si les decimos a toda la clase política que todos nos fastidian y que se deben poner las pilas?

Los priístas son los mismos, pero las instituciones (con sus múltiples fallas)y las circunstancias no son las mismas. Eso no asegura un comportamiento diferente, pero creo que podría dar el beneficio de la duda. Al final de cuentas eso es lo que permite la democracia electoral. Tendremos que darle toda la vuelta a los partidos grandes para demostrarles que los podemos cambiar si no nos gusta su actuar!? Creo que es super ineficiente! La respuesta a eso sería crear mecanismos eficientes de rendición de cuentas, como la re-elección de legisladores...

Un abrazo!

Julene Iriarte Iturbide dijo...

que onda oso!
no lo he dejado, ese fuiste tu con el tuyo...
lo de anular el voto es interesante, pero si hacemos eso, el partido que lleve mas acarriados es el que gana y eso seguramente seria la peor opcion. no se.
a ver que pasa, creo que al final gane quien gane al pais no le va a ir ni muy mal ni muy bien.
en fin, te mando un abrazo!