Hace poco más de una semana fui al concierto de Antony and the Johnsons. Me encantó. Todas las canciones de Antony que yo conocía son más bien melancólicas y con letras profundas, y claro que no faltaron en el concierto, pero también cantó algunas canciones con ritmos más movidos, tipo blues o rock and roll, que disfruté muchísimo.
La verdad es que esperaba que Antony fuera un poco más excéntrico en cuanto a su manera de vestir, pero traía pantalones negros y una especie de suéter negro también. Eso sí, tría colgada una bolsa, tipo mochila rosa brillante, que ha de ser algún tipo de "security blanket" porque nada salió ni entró en ella y creo que es más bien incómodo tocar el piano estando sentado con una bolsa colgando, pero bueno...
Al principio, además no podías darte cuenta de nada de esto, ya que el escenario estaba completamente oscuro, Antony y sus músicos se instalaron frente a los instrumentos y empezaron a tocar. A medida que el concierto fue avanzando el escenario fue recibiendo mayor iluminación, como si se tratara de agluien penoso que va agarrango confianza y va dejando que lo vean poco a poco. Lo que más me sorprendio fue que Antony tuviera tan buen sentido del humor. Entre algunas canciones contó algunas anécdotas, o dijo algunas opiniones, cosas no muy preparadas, pues él mismo se contradecía, se daba cuenta de esto y se atacaba de la risa.
Las más simpáticas fueron dos. La primera fue cuando preguntó qué hacía la gente en Chicago, ante un público que no supo muy bien que contestar, preguntó si nos gustaba darnos besos de mariposas. Creo que no fui la única en no saber a qué se refería, así que nos explicó que eran besos que se dan con las pestañas de los ojos abriendo y cerrando los párpados muy rápido en los cachetes (o en el ojo, no estoy muy segura) de la otra persona. Una niña que estaba sentada en primera fila gritó: yo te doy uno!
y Antony se levantó del piano, fue corriendo hacia ella y se agachó para recibirlo.
La otra historia chistosa empieza con Antony contando que cuando estaba en Inglaterra, sus amigos borrachos iban a conciertos y cuando los cantantes empezaban a platicar, les gritaban desde atrás, just fucking shut up and sing, mate! todos nos reímos. Momentos después nos pidió imaginarnos qué habría pensado la última persona en estar sentada en donde estabamos nosotros. Luego, que cerraramos los ojos y trataramos de escuchar algún pensamiento left behind by this person. Toda la banda muy seria empezó a hacerlo, lo mismo que la gente a mi alrededor, y justo cuando cerre yo también los ojos, algún borracho de atrás le grito que se dejara de jaladas y se pusiera a cantar.
En fin, Antony cantó muy bien, y nos dejó a todos encantados con la selección de canciones, con la banda y con la intimidad del show que logró a pesar de que el lugar no es pequeño.
Otra cosa positiva fue que descubrí que en ese teatro tienen el screen and brew, donde tienen el bar y proyectan películas los días de la semana. Habrá que ir.
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