12.8.09

de casas y hogares

A penas había llegado y no podía estar en mi cuarto por largos periodos de tiempo. Estaba cuando había que estar. Para dormir, para limpiar, poco más que eso. A penas despertaba y sentía que tenía que salir de inmediato, a dónde no era importante, salir. La misma sensación que tiene uno cuando está en un cuarto de hotel, te expulsa porque lo que hay ahí no es mejor que lo que hay afuera.
Claro, cuando estás de viaje es diferente. Lo que está afuera es la razón por la que estás ahí, hay que aprovechar el tiempo, hay que conocer. Cuando ahí vives el proceso es diferente. También quieres explorar la ciudad, pero la exploración no puede ser todo el tiempo, todos los días por un periodo largo de tiempo. Quieres también tener tu rincón, tus cosas, sentarte a leer, a pensar, a descansar.
Hacer que ese cuarto impersonal se vuelva tu casa es cuestión de tiempo, tienes que acostumbrarte, pero lo que lo transforma más rápido en algo tuyo es cuando lo haces tuyo. Ya sea un poco de pintura, algún póster, o un tapete hacen el truco. Algo que tu pusiste ahí porque quisiste, es lo que lo hace tuyo. Empiezas a sentirte cómoda rodeada de tus cosas. Vas poco a poco conquistando tu espacio.

Cuando llegué a nuestro departamento fue igual. Comprar muebles fue una aventura. No es esto una invitación al consumismo desenfrenado, compramos barato, pero cosas que tienen personalidad. Cuando nos cambiamos de casa fue diferente porque llegamos con todas nuestras poseciones, así que fue una conquista rápida de un lugar con la mejor decoración de todas: una vista privilegiada del lago y la ciudad que es más bien como estar viendo una película que nunca termina y nunca te aburre. Hoy nos despedimos de nuestra casita para adentrarnos en la ciudad. Dejamos las alturas para conocer las calles, caminarlas y disfrutar más el día a día fuera de la casa. Tal vez encuentren por las calles de Chicago un grafiti que yo haya dejado por ahí en un intento de hacer mía la ciudad.

2 comentarios:

JC dijo...

Wow. Cómo me encantaría ver tus casas, y tus paredes grafitteadas...

Unknown dijo...

Wow, que bonito post!
Es lindo sentirse comodo y seguro en un lugar que al comienzo era ajeno. Y que mejor que ahora ese lugar haya sido domado y llamado hogar.
Que bonito que estén construyendo un futuro tan emocionante juntos! Les mando besos