Existen mil razones por las cuales amo el Internet. Entre ellas, y especialmente desde que vivo lejos de México, el mail, el skype, los periódicos on-line, etc. También en el ámbito académico tener J-stor es un lujo, y contar con Wikipedia es increíblemente práctico para todas mis clases. No hay (casi) nada que no puedas encontrar en Internet: libros, amigos, dates, conciertos, ropa, partes para arreglar tu coche, y las instrucciones de cómo hacerlo. En fin, este post podría eternizarse si quisiera describir todas y cada una de las razones por las cuales cada vez me convenzo más de que sin Internet yo no podría vivir.
La última razón por la que estoy fascinada con el Internet es Antony and the Johnsons. Como todos los días, el lunes pasado estaba leyendo el periódico el país (on line, ya que no lo hay en Chicago) y Babelia en Babelia encontré un artículo-entrevista con Antony Hegarty. La entrevista me gustó mucho, parece ser que Antony es un artista y un personaje tan excéntrico o diferente como talentoso. Leí también algunos otros artículos que hablaban de él y de su música mientras en limewire buscaba sus canciones para bajarlas y ver si me gustaban tanto como quería que me gustaran.
Hay varias cosas que decido, antes de conocer, que me encantan. Por ejemplo, si un buen amigo me recomienda un libro, decido que me gusta antes de leerlo. No quiero decir que no lo leo, sino que el juicio ya está formado, y en la lectura voy descubriendo por qué me gusta, y no, si me gusta. Algunas veces encuentro que en verdad no me gusta y punto, pero son las menos. Escuché un par de canciones de Antony and the Johnsons y me encantaron, soy una convertida. Tanto es así que, me metí a iTunes para comprar su último disco completo.
Sigo creyendo que los discos tienen su propia narrativa y que es muy diferente escuchar la canción sola al disco completo (aún cuando la canción sea la mejor del disco), y también que hay que respetar el orden de las canciones para disfrutar completamente la narrativa y la melodía de todo el trabajo. Así que ya puedo hacer esto con "The crying light".
La música que hace este hombre es realmente intensa, oscura y fascinante. Te lleva a lugares donde el ritmo es otro, es único. Su voz es rara, y corresponde a alguien que es entre hombre y mujer, tiene todo tipo de tonos y a veces es un instrumento más. Lo que más me gusta es que de alguna forma te sorprende que te guste tanto una música que tiene algo de tétrico y la forma en que mezcla letras dulces con melodías que de cursi no tienen nada lo que las hace más reales.
Después de todo esto, también en Internet encontré que el jueves viene Antohy con todo y los Johnsons a Chicago, así que estoy esperando con ansias ir al concierto y completar todo el ciclo: desde que me entere de su existencia, a ser fanática de su música, oirlo en vivo cantando con su voz melancólica y ver en persona a este personaje, todo en menos de un mes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario