de la vulnerabilidad/paranoia del escritor

No es que me considere a mí misma una escritora, aunque a veces me pregunto cuánta gente llegará a leer este blog, pero últimamente me he encontrado con un efecto secundario de escribir en un lugar público. Lo denomino la vulnerabilidad paranóica del escritor.

Me explico. Cuando hablas con alguien, de repente y de manera inésperada escuchas un comentario que se parece a algo que tu ya escribiste. Será que lo leyó y está tratando de hablar del tema sin decirlo directamente o coincide que los dos piensan igual. En ese momento me siento vulnerable porque mi interlocutor sabe más de mí de lo que yo creo que sabe y de lo que yo sé de él.

Y, si bien, las palabras se las lleva el viento, cuando ya están en negro sobre blanco qué? puedes contradecirte? tendrías que explicar el cambio de opinión o qué? Resulta que la relación entre el que escribe y el que lee es muy desigual y eso es un poco dificil de manejar -incluso si todo está sólo en tu cabeza.

El revés de la moneda es, claro, que te das importancia de más: a quién carajos le interesa estar leyendo lo que escribes o por qué no te lo diría de frente. No seas arrogante y háblalo como si nada... pero, easier said than done, a veces sientes que te están poniendo una trampa.

Me imagino que a los buenos escritores sus lectores se los reconocen, a los malos, no les dirán nada, o nadie los leera... quién sabe.