Cuánto tiempo habremos tardado en decidir que lo propio era comer con la boca cerrada, que había que ceder el paso a las personas mayores o que los hombres se saludarían de mano mientras que las mujeres lo haríamos de beso. Las reglas de etiqueta, como toda convención social, van creando consensos hasta que se ven convertidas en tradiciones. Todos las seguimos y pocas veces las cuestionamos.
En los últimos años la tecnología ha transformado de manera importante la vida social de las personas. Recuerdo la primera vez que una compañera en secundaria llevó su celular a la escuela – una ridiculez total, pensé. Nadie tenía celulares así que lo único que le quedaba era llamar a su casa a ver que iba a haber de comer.
Cuando ya se había vuelto cosa normal que todos cargaramos a todos lados con el celular pasé varias comidas preguntándome qué hacía allí si las demás personas preferían hablar con ausentes personajes en un afán de conexión máxima y educación mínima. Poco a poco, creo se fueron planteando reglas para el controlar el uso exesivo del teléfono portatil cuando se está con otros.
Ahora todo mundo trae no solo teléfono sino también internet y por tanto facebook, twitter, blogs, noticias, el clima y demás. No habíamos llegado aún a una regla social estable sobre el uso del teléfono y ya hay que estar pensando en las mil y un posibilidades que la tecnología nos está dando y cuál es el uso apropiado.
Será que ahora las personas que checan su status, el de sus fans, de sus followers, cada minuto no son ya maleducadas sino adictas? Tal vez se trate de un problema completamente diferente, no es que no quieran ponerle atención al que tienen enfrente sino que no pueden dejar de ponerle atención al que está lejos.
Por otro lado, qué efecto tendrá esto en los interlocutores “de carne y hueso”? Estaremos dejando atrás el mundo en el que si no tenías nada bueno que decir era mejor no decir nada, o que si no tenías algo para compartir mejor que el silencio mejor callabas y entrando al mundo de si no tienes nada mejor que la red que decir… Después de todo, tal vez estemos enfrentando incentivos para ser más interesantes.
Finalmente, cuál es el protocolo sobre la disponibilidad de uno en estos aparatos. Cuál es el tiempo “correcto” para contestar una llamada, un mensaje de texto, un email? Cuál para un tweet o un poke? No sé si nos dará tiempo de decidirlo antes de que estemos ya en otro sistema con otras posibilidades y otras “reglas”.
3 comentarios:
Two words - ok three- four :
I am over-whelmed,
I am too whelmed by all these possibilities
jaja! overwhelming it is...
un abrazo marce!
yo los consideraba a todos maleducados.. pero cuando llega un mensaje que realmente quiero responder.. lo hago. Según yo muy discretamente.. pero a fin de cuentas a lo mejor los otros están pensando que nadie se da cuenta. Creo que esto me lo mando el fer pero para que lo vean todos:
http://www.youtube.com/watch?v=PYDA7__znfY
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