por Fernando Pérez Cervantes
¿Han realmente cambiado las cosas en México, o es lo mismo de siempre con otros colores y otros gobernantes? ¿Ha cambiado la gente y la forma de pensar? ¿Cómo se puede medir o incluso predecir el cambio? ¿Se puede orientar el cambio? ¿Cómo? Robert E. Lucas, Jr., economista norteamericano, postuló en 1976 lo que en el futuro se denominó “Lucas Critique”, que es, en pocas palabras, una crítica a quienes usan el éxito o el fracaso de alguna política pública en algún lugar y tiempo para predecir el efecto que tendrá implementarla en el futuro o en otro lugar. Las personas aprendemos, y por tanto la pérdida del elemento de sorpresa cambia la manera en que estas políticas afectan a los individuos. Usar los parámetros del pasado como dados no tiene validez. Se necesita el rigor matemático de un modelo con expectativas racionales para poder predecir el futuro, según él. Su crítica no se quedó sólo en el papel, y Lucas ha sido el economista más influyente de los últimos 30 años. Modelos como los que propone ayudan a explicar por qué es posible que el aumento en el rendimiento de combustible de los coches tenga como consecuencia el aumento en el uso mundial de gasolinas, o que el número óptimo de bombas nucleares no es cero.
Un modelito sencillo de esto en México: Antes el acarreo costaba a los políticos una torta de tamal y ahora cuesta un boleto para rifa de casa de interés social. Desde el punto de vista del político, pareciera que es un dilema de costos y beneficios. Si el impacto generado por el próximo camión de acarreados es mayor que el costo, se hace el acarreo. Si no, se busca hacer otra actividad que, por unidad de gasto, dé los mayores beneficios, como por ejemplo, cerciorar$e que su segmento en el noticiero dure un poquito más que el del rival. Así fue el sistema por bastante tiempo. Pero esto no funciona así ahora, pues desde el punto de vista del acarreado (y hasta el del noticiero), el dilema no es el mismo desde hace unos 15 años. Ahora la lealtad se puede subastar, y no sólo se vende al mejor postor, sino que se puede vender varias veces por semana. El “mercado del acarreo” ha cambiado en México, y eso lo saben todos los involucrados. Lucas diría que el modelo siempre fue el mismo, sólo que en algún momento del tiempo se quitaron las barreras a la competencia, que antes era un monopsonio del gobierno, y ahora es una voraz carrera por la privatización de los beneficios del poder. Predecir cuál es el futuro del acarreo como fenómeno en México no es fácil, pues desviaciones descaradas de recursos por parte de gobernadores produciría inflación en este mercado, disminuyendo el efecto y aumentando la probabilidad de ser descubierto. Ahora sólo queda imaginarnos cómo serán las nuevas campañas políticas en México, pues ahora, a falta de monopsonio, se tienen que buscar campañas eficaces y de alto impacto, aunque yéndonos por la fácil me imagino que empezarán usando métodos de bajo costo, como paleros en Twitter, Facebook, y hasta en la sección de comentarios de los periódicos en su versión de internet. Recordar que estos últimos métodos le funcionaron a la campaña del Voto Nulo en 2009 para ser la siguiente llamarada de petate después de La Caída de Edgar.
¿Qué otras cosas se me ocurren que han cambiado suficiente en México como para no tener la menor idea de cuál es su futuro?
los candidatos del PRI y el PRD en el 2012
la homofobia
la próxima visita del Papa a México
la guerra contra el crimen organizado como banderín electoral
la palabra “narco” como prefijo de todo lo que implique extorsión y violencia
2 comentarios:
Me gusta la crítica, me gusta el tema.. no me gusta el ejemplo. Pensé que iba por el lado que los fundamentales estaban igual, (o de hecho, peor), pero está cuestión de los acarreados ha adquirido un carácter todavía mas profundo: vivimos en una democracia simulada donde no se concibe que pierda el partido en el poder (gralmente el pri) a menos que lo venza un candidato del mismo partido apoyado por todos los demas.. y todos compiten en el mismo modelo de acarreados y corportativismo, pero sólo el PRI es mejor. En fin, sólo para que vean que leo el experimento caleidoscopico
hola! a mi se me hace que es interesante pero que mas allá de modelos, se necesita tener gobernantes con una sensibilidad especial para saber qué puede funcionar y qué no.
por ejemplo, el metrobus se me hace buenísimo y lo copiaron de bogotá, pero las políticas del bm o del fmi son terribles... cómo distinguilas?
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