16.11.10

the curse of the conservative mexican(-american)

Parece que todo el tiempo es el momento del debate migratorio. Ha pasado tantas veces que "estemos a punto de ver un cambio" sin que acabe pasando nada que ya no he dedicado mucho tiempo a seguir la política alrededor del tema migratorio, con notables excepciones pues quién podría ignorar lo que pasó -y pasa- en Arizona, por ejemplo.

Sin embargo, después de escuchar a David Gutierrez hablar sobre las implicaciones prácticas del debate filosófico-intelectual sobre quién y qué es un ciudadano en la historia de Estados Unidos, retomo el tema con una reflexión cortita y sencilla.

¿Por qué nada más no pasa una reforma migratoria? Parece que una posible respuesta es que los migrantes sin papeles son rehenes del sistema bipartidista de Estados Unidos. Las posiciones, tal cual están establecidas en el imaginario americano dejan sin oportunidad a un grupo que contradice ambas posiciones. Rehenes de los políticos que quieren mantenerse en el poder.

Me explico, contradice a los demócratas pues de pasar una reforma migratoria, los demócratas estarían dando derecho de voto a un grupo numerosísimo que es más conservador en la media (en posiciones sociales como el aborto, la legalización de las drogas o del matrimonio homosexual) que la media demócrata. Así, de dar el voto a los latinos, los demócratas arriesgarían perder un porcentaje importante de esos nuevos votos. Por otro lado, no sé hasta dónde llegaría el voto de gratitud.

Por el lado republicano, si quieren ganar votos, ¿por qué no dar la nacionalidad, acompañada de sus derechos (a votar, entre ellos) a un grupo que podría apoyarlos en futuras elecciones? Porque arriesgarían alienar a su base conservadora, la cual no se ha cansado de proclamar un discurso anti-immigrante.
En un mundo en el que los cálculos políticos importan más que cualquier otra consideración, los grupos de presión podrían buscar convencer a los conservadores de que los migrantes tienen más similitudes con ellos de lo que creen, o quizás liberalizar a la base latina. Ambas cosas parecen difìciles y no garantizarían una reforma, pero al menos es algo en qué pensar.

No hay comentarios.: