En las últimas semanas he estado ausente de varios sitios de "social media", o más bien he estado pasiva. Me dí cuenta de que la actividad en estos foros no tiene, por lo menos para mí, punto medio. O escribo y comento todo el tiempo, o no lo hago nunca. Uno no puede estar en twitter y leerlo sólamente una vez por la noche o echar algún tweet por ahí. Lo divertido es interactuar. Si bien el blog es un ejercicio más en solitario, tampoco había escrito nada aquí.
Como decía antes, he estado pasiva, y sí he ido siguiendo lo que otros escriben, leyendo las conversaciones y encontrando temas y abanderados de los mismos. La mayor parte de los tuiteros o blogueros tienen un tema al que vuelven recurrentemente. Tengo, por ejemplo, amigos que promueven la fiesta, los drinks y a los que algún antro debería de pagar por tanta publicidad que le hacen, amigos que promueven el buen nombre de México, otros a quienes les encantan las frases filosóficas-cursis o de auto-ayuda, etc. Un ejemplo específico es el de Javier Aparicio del CIDE que pide continuamente al IFE que lo regule otra vez, explicando las consecuencias negativas de que "el imperfecto mercado de spots sea sustituido por una imperfecta planeación centralizada y un nuevo mercado negro de coberturas noticiosas".
Es curioso ver, calladita, cómo van evolucionando temas y cómo hay un debate que a veces se da entre sordos. En twiter le contestan a un blog, o en un blog a un columnista de un periódico. No me queda claro de que se enteren ambos que están en una "conversación". Bueno, pues aquí va un post más a este debate esquizofrénico. El tema es el uso de la bicicleta en el DF. Los usuarios más vocales en mi timeline del twitter ponen tuit tras tuit pidiendo que haya más bicicletas y que los coches dejen de atropellarlos. Me parece una petición bastante legítima, aunque, de nuevo, ¿a quién se lo están pidiendo? - twitter como la lámpara de Aladino, ¡pide tu deseo!
Una de estas conversaciones involucra al buen Gamés que se quejó de los atropellos que los propios ciclistas realizan contra los coches, los peatones y la civilidad. También me parece razonable que se les exija a los ciclistas que cumplan con ciertas reglas básicas. Hoy en El Universal Andrés Lajous le contesta a Gilga que lo que hace falta es infraestructura para que los ciclistas puedan circular mejor. En fin, no es que sea un debate ni que se hayan discutido grandes ideas de urbanismo o de civismo, pero ilustra bien la situación en el DF.
Toda esta discusión me recordó algo que pasó en la ciudad hace algunos años. El recién elegido gobierno de Cuahutemoc Cárdenas hizo una pequeña campaña para que la gente usara el cinturón de seguridad, si no, habría una multa. Estuve fuera de la ciudad cuando entró en vigor dicha ley, y l subir al taxi en el aeropuerto noté que el conductor traía puesto el cinturón. En cuestión de pocas semanas el 99% de los conductores y co-pilotos iban abrochados a sus asientos. Nunca conocí a nadie que hubiera sido multado por no usar el cinturón, es decir, hacer que se cumpla no requiere de mucho, la gente quiere cumplir.
Me parece que cuando hay leyes claras, que la gente conoce y que tienen sentido, los ciudadanos las acatamos. ¿por qué no el gobierno del DF, junto con las bicis, da un reglamento a seguir a los usuarios? Me parece que no pasarse altos, no usar las banquetas como pista, además de una clara señalización a utilizar cuando van a dar vuelta, etc, funcionaría muy bien. Claro que estoy de acuerdo en que deberían de haber carriles para bicicletas y una infraestructura que procurara el órden y la seguridad de ciclistas, peatones y automóviles, pero, regular lo más básico es mucho más fácil y barato, no hay pues, razón para no empezar por ahí.
Esto de las bicicletas es un pequeño ejemplo de lo mucho que se podría hacer con campañas efectivas que comuniquen claramente y expliquen los beneficios de cumplir normas de civilidad. Ojalá el gobierno hiciera más leyes inteligentes, fáciles de cumplir y de ver las consecuencias positivas de hacerlo, basicamente leyes que queremos cumplir.
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