Una de las formas de comunicación "asistida" son las encuestas. Gracias a esta herramienta los electores podemos, desde nuestro hogar, conocer qué piensa el resto de la población y decidir qué hacer, por quién votar. Mientras más completa sea la información con la que se cuenta, mejores decisiones se pueden tomar.
Si bien las encuestas nos proporcionan información sobre las preferencias de nuestros conciudadanos, es difícil inferir de ellas aspectos específicos como cuál es la segunda opción de quienes apoyan a x o y candidato o qué quiere decir no votar por alguien. Este segundo punto resulta interesante en el contexto de la elección del 2012.
No votar por alguien (o no tener intención de voto por alguien) puede significar varias cosas, desde que el candidato era la segunda opción del votante, o que estaba indiferente y algo no muy importante lo llevó a votar por otra persona, hasta que el elector no sólo no piensa en este momento votar por el candidato, sino que nunca lo haría, bajo ninguna circunstancia. ¿Cómo comunicar esos detalles que pueden ser de mucha importancia?
Los mítines y las protestas sirven para esto. Es lo que comunica el evento más allá de los números. No solamente están dispuestas estas personas a dar su voto, sino que están dispuestos a llevar a cabo acciones más costosas para demostrar su apoyo (repudio). Es necesaria la protesta porque, de qué otra forma podría comunicarse que no se trata simplemente de una falta de apoyo, es decir, no quiere decir lo mismo no asistir a un mitin que protestarlo.
Se ha convocado a una marcha-protesta en contra del candidato puntero y se ha exacerbado la necesidad de información. ¿Qué significa estar en contra de un candidato? Ya hablan de una y otra campaña siendo la oculta organizadora del evento. ¿Estar en contra de uno, significa estar a favor de otro? ¿de quién? Necesitan los ciudadanos más información para poder decidir si asistir o no a una marcha así.
Finalmente, esta circunstancia lleva a cuestionar a las campañas, a los candidatos y a sus estrategias. El PRD, al elegir a López Obrador, parece obligado a optar por "el amor". Hay quien cree que marchar en contra del PRI significa que eres del PRD y dada la personal historia del candidato, no es conveniente vincular al movimiento MORENA con actos de protesta. De haber sido Ebrard el candidato, ¿qué estrategia sería la mejor?
Claro que si se piensa utilizar este tipo de teorías (ver la imagen a la izquierda) podría decirse, de la misma manera, que es el PRI quien manda esta información para que, al no tener quorum la marcha en contra de su candidato, pueda decirse que no hay quien esté en contra del mismo.
¿Puede la candidata del PAN sacar provecho de esta situación? La tendencia a la baja debe preocupar a la gente del albiazul. Sin embargo, esas acciones y posturas, que parecen estar fuera del alcance para López Obrador, pueden ser nuevas herramientas en la campaña panista. De tener éxito esta convocatoria a marchar en contra del PRI, podría el PAN aludir a que la gente del PRD no marchó, y tratar de convencer que son sus posibles simpatizantes. Hasta ahora le ha faltado emoción y soltura a la candidata, ¿podrá ganar votos de volverse más beligerante?
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